Tan solo hace unas horas con una
inmensa tristeza le dimos el ultimo adiós a quien en vida todos llamáramos
simplemente “Cañas”. Si existió una
persona emblemática de nuestra empresa, ese fue José Manuel. Quizás por haber formado parte de la
plantilla del personal desde los comienzos de CVG Venalum, quizás por haber
laborado siempre en un área de Servicio, quizás por haber sido un gran
compañero, un excelente trabajador y un
hombre honesto y responsable. Es difícil de encontrar un trabajador que no lo
conociera. Estando estos últimos años al
frente de la División de Servicios Generales, se convirtió en el hombre clave
para resolver cualquier problema que se nos pudiera presentar, desde el aire acondicionado,
pasando por la silla averiada, la fotocopiadora, las luminarias de la vialidad
interna, las áreas verdes, cooperativas y pare ustedes de contar. Su capacidad de respuesta para enfrentar
todos los requerimientos, quejas, reclamos y hasta ofensas que recibía diariamente
incluyendo fines de semana y feriados era realmente impresionante. Un trabajo y
una labor muchas veces desagradecida, pues como el mismo lo llego a entender; “en materia de servicio todo el mundo se
queja cuando algo deja de funcionar, pero nadie agradece por todo el tiempo que
funciono correctamente”. Se nos viene a
la memoria cuando hace ya algunos meses apareció en el estacionamiento del
Edif. Corporativo una camioneta Toyota Autana, con los seriales adulterados en sustitución a una
camioneta con las mismas características perteneciente a la flota de Venalum
(adscrita a la Presidencia) que se
encontraba para esos días desaparecida (y de la cual todavía estos editores
conservan una gran cantidad de fotos que evidencian tamaña irregularidad). Para
ese entonces, la angustia y preocupación de José Manuel era evidente, pues para
él era imposible concebir que tales delitos se estuvieran cometiendo en las
narices de todos con tal descaro sin que se tomara ninguna sanción, y mas aun
cuando se trataba de un vehiculo perteneciente a la flota cuya administración y
control era de su responsabilidad y competencia. Fue por cosas como esas, que
José Manuel comenzó a considerar la idea de irse de su querida empresa,
aprovechando las facilidades que ofrecía Venalum en tal sentido… y lo hizo,
pues prefirió marcharse con la frente en alto, que aparecer involucrado sin
tener ninguna participación y muchas veces ni conocimiento, de las incontables
irregularidades que rondaban esa área de Servicios. Pero su salida no fue
precisamente feliz, fue apresurada, prematura (pero eso si: muy digna), pues
mucho de su personal adscrito, compañeros de muchos años, hicieron lo de JUDAS:
lo vendieron; casi le dan golpe de estado cuando se ausento algún tiempo a
causa de un reposo medico. Si!!!, esos mismos que el día de hoy en el Cementerio,
con lágrimas de cocodrilo, se daban golpes de pecho, y de la boca para fuera
lamentaban la partida de José Manuel. Bueno cabe aquí decir que “Cada quien con
su conciencia y que Dios los perdone”. Su descanso fuera de la empresa fue muy corto, efímero, en nada compenso toda una vida de trabajo, quizás para nuestro humano entendimiento, partió demasiado pronto, quizás con el mismo rápido andar que lo caracterizaba. Pero la voluntad de Dios es simplemente la voluntad de Dios, y solo nos resta aceptarla con la resignación de buenos cristianos. Para finalizar, queremos desde este Blog y en
nombre de la inmensa mayoría de trabajadores honestos que laboramos en CVG
VENALUM C.A. ofrecerle nuestro mas sentido pésame a todo el grupo familiar de José
Manuel por tan irreparable pérdida, pero por favor, siéntanse afortunados y
orgullosos de haber formado parte importante de la vida de un hombre tan
valioso y apreciado como lo fue en vida JOSE MANUEL CAÑAS. Paz a sus restos!!!.