Pruebas van y pruebas vienen. ¿Qué quieren probar?. ¿Que las lectoras ni “muerden” ni “pican”: ya esta probado. ¿Que la cola para entrar se hace infernal, cada vez que se activa el SISPA?: ya esta probado. ¿Que los trabajadores y trabajadoras con sobrepeso no se quedan atascados en los torniquetes?: ya esta probado. ¿Que la barrera tarda mas de lo esperado para alzarse luego de leer la ficha?: ya esta probado. ¿Que los trabajadores que vienen de pasajeros se amarran senda arrechera cuando se tienen que bajar para pasar por los torniquetes?: ya esta probado. ¿Que el clima laboral se enrarece y todo el mundo llega a laborar irritado cuando se prueba el sistema?: ya esta probado. Ayer escuche algo gracioso: “El SISPA los tiene locos”, y creo que es absolutamente cierto. Las nuevas pruebas vienen, luego de unas supuestas “mejoras”. El mal ya esta hecho. Se concreto un proyecto sin haber tomado las previsiones necesarias y los estudios de rigor. Ni siquiera se tenían las estadísticas actualizadas del parque automotor de los trabajadores, pues desde hace más de tres años, el registro y control (calcomanía) de los vehículos se había echado al olvido. Las inmensas colas se venían venir. No hacia falta ser un ingeniero en transporte para predecirlo. El ingreso y la salida a la planta tienen una hora establecida, y no puede pretender el Patrono por ejemplo, que los trabajadores salgan de sus casas mucho tiempo antes para lograr sortear con éxito la gran cola. La ridiculez se ha apoderado de los inspectores (vigilantes). Durante las pruebas sienten un mórbido placer al hacer bajar los acompañantes para pasarlos por los torniquetes, pero los conductores no son registrados. ¿Qué estupidez es esta?, o cuando luego de calarse uno casi veinte minutos en la cola para pasar por la barrera del portón, el inspector de turno ordena subirla y dar paso libre ¿Qué idiotez es esta? ¿Ósea que los pendejos que llegan mas temprano son los que se registran y el resto no?. Para colmo de males las lectoras están tan mal ubicadas que tiene uno que desarrollar brazos de pulpo para colocar la ficha en el mismo, y si se acerca lo suficiente con el carro, puede que sean sus rines que paguen el pato al rayarse con el muro de la isla, o que golpees los espejos retrovisores con las lectoras o que dios nos guarde y los golpeados no sean no los vigilantes que están parados a escasos centímetros de la lectora, en la puerta de la garita!. Si uno da una “colita” se termina de desgraciar, pues tiene que esperar que tanto el pasajero de uno como todos los que van adelante pasen por los torniquetes y luego se monten en los vehículos nuevamente. ¿Y que pasa si te trae la mujer?, bueno no la van a dejar pasar (si vienes en taxi mucho menos), te tienes que quedar como un pendejo en la entrada de Venalum esperando una cola y ahora y que tiene que irse para el Portón V (que me obliguen!). A todas estas, la única solución que yo veo es repartirle al personal regularmente unas píldoras para los nervios y otras para prevenirle de una ulcera sangrante, de tanta arrechera que vamos a pasar tanto para entrar como para salir de nuestro trabajo. Me imagino que el Señor JOSE LEON MURILLO YANSEN a cargo del Proyecto SISPA, ya tendrá en su escritorio una oferta desde su tierra natal para colocar tan extraordinario sistema en la entrada y salida del puente sobre el lago de Maracaibo!!! De seguro en poco tiempo obtendría un merecido registro en el libro de los récords Gines por lograr la “Cola” automovilística mas larga del mundo!!!. Paciencia trabajadores, que la torpeza y estupidez pasa, pero CVG Venalum queda!!!