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Como es bien conocido de todos, el día de hoy miércoles 22 de abril iniciamos la jornada laboral con un “Paro” que impidió el ingreso de una buena parte de la masa trabajadora a las instalaciones de la empresa. El paro, en esta oportunidad, fue liderizado y promovido por el Sindicato de Profesionales y un movimiento emergente llamado MIL, en sus siglas de “Movimiento de Integridad Laboral” y cuyo lema es “Unidad, Cambio y Trabajo”. Durante la jornada, dicho movimiento, entrego a los trabajadores un boletín identificado con el No. 1-09 del 22/04/2009. Dicho comunicado se basa en lema que reza “con La Razón, con Ventajas pero sin Exceso”, (una frase un tanto oscura y ambigua, copiada posiblemente de las luchas entre otras especies en la era geológica del Pleistoceno), que pretende la Unión sindicato-trabajadores para responsabilizarse de la defensa del Contrato Colectivo. Desde este Blog, queremos fijar nuestra posición al respecto:
1).- Que la presencia de Movimientos internos, paralelos a la actividad sindical pero dirigidos por los lideres sindicales de turno, causa confusión y desconfianza en la masa trabajadora.
2).- Que sin importar el nombre del movimiento que se le invente para adelantar este tipo de acciones conflictivas (paros), la responsabilidad siempre recaerá en sus verdaderos promotores, que no podrán excusar el nombre del sindicato al cual pertenecen.
3).- Que la gestión del sindicalismo no debe ser evaluada por la cantidad de “Paros” o conflictos que generen, sino mas bien por las acciones inteligentes de dialogo, negociación, impacto publicitario y difusión de nuestra gravísima situación a todos los medios comunicacionales del país.
4).- Que como sindicato, en este caso el de profesionales, deben hacer uso de la información técnica y financiera de la empresa para encausar sus pedimentos con bases ciertas, realizables y razonables. Debe valorarse efectivamente la situación en que se encuentra la empresa y posponer aquellos pedimentos que en este momento son claramente imposibles de cumplir, encausando los esfuerzos, en primera medida, en salvar a la empresa del colapso en que ya se encuentra.
5).- Que las acciones de calle históricamente han demostrado que tienen un valor persuasivo, hasta el punto de hasta haber contribuido a derrocar gobiernos, tal como ocurrió con la huelga general de tres días convocada por el comité Obrero de la Junta Patriótica que culmino con la caída de Pérez Jiménez en el siglo pasado, no obstante, en nuestra realidad actual, un “paro” en Venalum implica añadirle más crisis a la crisis. Equivale al masoquista que se golpea a si mismo por mero placer. En estos momentos, es donde los dirigentes sindicales realmente tienen la oportunidad de demostrar y desarrollar el liderazgo que detentan sobre la masa trabajadora. Las propuestas de concentraciones fuera del horario laboral, en espacios públicos, sin afectar al resto de la comunidad, y expuestos a la cobertura de los medios de comunicación nacionales y locales, podrían generar mayor y mejor impacto en los centros y ejes de decisión, que el estar haciendo paros que afectan nuestra ya golpeada situación financiera.
6).- Que la masa de trabajadores, desde siempre han sido seres pensantes, inteligentes y movidos por intereses y motivaciones, a los cuales no se les puede tratar como un grupo de borregos que se les impide el paso al corral con un leño y estos obedecen sin preguntarse siquiera quien lo puso y porque. No se puede pretender el apoyo irrestricto a acciones sobre las cuales previamente no se ha informado y que peor aun, han sido liderizadas por movimientos desconocidos, ilegítimos diría yo.
7).- Que insistir en resolver asuntos que en este momento son absolutamente inviables por el costo que representan para las finanzas de la empresa, es la necedad mas grande a la cual se puede llegar, pues además del ruido y frustración que causa entre los diversos actores que intervienen, finalmente se traduce en una lamentable perdida de tiempo y esfuerzo, y en una caída significativa de los índices de credibilidad y aceptación que pudiera tener los lideres de los sindicatos. En otras palabras, digan lo que digan, y hagan lo que hagan, si en este momento no hay recursos financieros, no se obtendrá ningún resultado. Es mejor enfrentar a los trabajadores responsablemente con la cruda y dura realidad que seguir alimentando ilusiones y falsas esperanzas. En estos momentos, la única exigencia de los sindicatos de nuestra empresa debería estar dirigido a obtener una pronta respuesta sobre el “Plan de Rescate del Sector Aluminio”, y una vez que se presente en mesa, hacer una evaluación seria del mismo y proceder a fijar posición frente al patrono y los trabajadores.
Es nuestra humilde opinión, aunque no les guste a la mayoría, sobre todo a los sin razón y a los flojos, cuyo irrestricto apoyo y anhelos de paro, no obedece al apoyo sincero a nada ni a nadie, sino mas bien a la posibilidad cierta de regresarse a su casa a “dormir otro poquito”, al irse a hacer una “diligencita” o el de llegarse a la licorería de la 321 a disfrutar de unas “frías” (pobre Venezuela!!!).